Si usted se ve envuelto en una demanda de filiación, es importante que antes de aceptar la posibilidad que usted sea el padre, también considere la posibilidad que no sea el progenitor de ese menor.  Entendemos que es duro y que es muy fácil encariñarse con un menor, pero obligarse a sostener por décadas a un menor donde hay duda de la paternidad, puede ser devastador.

Si usted va a criar a un niño, tenga la certeza de si es usted o no el padre biológico de ese menor. Hoy en día la ciencia ha avanzado mucho y las pruebas de ADN no son tan caras como lo eran antes. Y en todo caso es de suma importancia que usted pueda pedir una prueba de ADN para establecer claramente si es o no el padre del menor. Se sorprendería con los casos que hemos visto, en que finalmente nuestro patrocinado, a pesar que estar seguro de ser el padre de la criatura, el examen de ADN demostró que no lo era y la demandante terminó por confesar que durante la época de la concepción había cohabitado con más de un posible padre de la criatura.